Una colección de 180 ejemplos anotados de las mayores meteduras de pata de algunos de los mejores ajedrecistas sirve tanto de advertencia como de ejemplo vivo de lo que hay que evitar en la búsqueda de un mejor ajedrez.

La ceguera ajedrecística es un síndrome que consiste en no ver mates, ganancias o pérdidas de pieza, sacrificios, clavadas, horquillas, ataques dobles, desviaciones, celadas y otro tipo de lances que se presentan con toda claridad durante el juego. Puede afectar a todos los ajedrecistas de cualquier clase y condición, desde el aficionado al maestro: no respeta siquiera a los campeones mundiales.

Conocer sus variantes y las circunstancias en las que puede aparecer ayudará a prevenirla, aunque es patología de difícil erradicación. Esta obra de Emil Gelenczei (1895-1980), autor ya conocido del lector hispanohablante por sus deliciosas 200 celadas de apertura, propone un viaje a través de las diversas tipologías de esta curiosa enfermedad, azote de los ajedrecistas de todo el mundo.

Entre sus víctimas de más renombre figuran, entre otros, campeones mundiales como Euwe, Botvínnik y Smyslov y toda una serie de geniales grandes maestros: Bronstein, Keres, Géller, Averbaj, Gligorić, Szabó, Portish, Najdorf, Reshevsky... La afección que padecieron estos jugadores puede resultar provechosa para el aficionado, pues estudiando estos casos clínicos podrá reforzar su visión táctica y será menos propenso a contraer la enfermedad o, por lo menos, eliminará las posibilidades de padecerla de manera crónica.

Este libro ameno e instructivo proporcionará al lector diversión y conocimientos y, sin duda, agudizará su visión táctica.